La opinión de mis clientes es mi mejor carta de presentación.
Alicia, 32 años, Madrid
Siempre ví que tenía dificultades para entenderme con mi madre, que mi madre era difícil… pero nunca hubiese llegado a pensar que era un abuso lo que yo sufrí de niña.
Las madres están en un altar porque han hecho algo que nadie puede hacer por un hijo y por tanto es alguien intocable.
Yo me metí en el programa grupal de Ana por un vídeo en el que me sentí muy identificada con las cosas que dijiste y pensé: «¡¡esto es lo que me pasa a mí!!» pero sin identificarme con el tema del narcisismo…
Para mi ha sido un proceso duro y doloroso, pero también ha sido muy gratificante porque he conseguido descubrirme a mí misma. Es como que empiezas a quitar las capas de la cebolla y te dás cuenta que detrás está una persona maravillosa, con sus virtudes y sus defectos y que eres simplemente un ser humano .
Mi relación con los demás está cambiando. No te voy a decir que cambie de hoy para mañana pero sí por dentro ya está ese cambio.
Ahora veo la vida desde otra perspectiva diferente: ahora me doy cuenta que antes me estaba adaptando todo el tiempo a lo que los demás quieren o necesitan y ahí me perdía, y no sabia ni lo que me gustaba o dejaba de gustar…
..y así llegaba el bloqueo, me hice cada vez más pequeñita, más pequeñita… hasta que tenía dificultades serias para relacionarme con los demás y para hacer mi vida normal.
El proceso que he hecho contigo es algo que creo que toda persona tenga un problema de autoestima necesita hacer aunque muchas veces no saben lo que necesitan.
Yo llamaría a este curso: «Descubrír tu autenticidad» porque al final lo que descubres es a ti misma: tus sombras y tus cualidades. y al final no es tanta la sombra. La clave para mí ha sido descubrir realmente quién soy.
¡Gracias Ana! «
Yago, 27 años, Sevilla
Cuando empecé a trabajar con Ana llevaba un mes de contacto cero con mi madre, mi hermana y otros familiares. El sentimiento de libertad estaba ahí, pero ahora me enfrentaba con la realidad de los efectos de tantos años de abuso psicológico y emocional.
Me sentía deprimido, lleno de miedos e inseguridades, mi cabeza no tenía freno a la hora de machacarme, criticarme, censurarme, o juzgarme… Las abusadoras ya no estaban en el exterior, pero yo no había aprendido a sentirme, a gestionarme, a verme, a hablarme de otra manera, sólo conocía la suya, la que aprendí en casa.
Hui de mi entorno familiar a una ciudad desconocida, sin trabajo, sin amigos, sin casa propia y todo lo que había en mí era angustia y miedo.
En estos meses he conseguido amor propio y auto-sostenerme, he podido conocerme sin el filtro malo de mi madre. Ahora sí que siento la libertad de ser yo mismo. En cada sesión iba superando muchísimos miedos, a mostrarme, a que me dijeran que no, a confiar en mí. Ya no me encojo, pongo límites, he recuperado la vivacidad, la seguridad en mí mismo, disfruto de expresarme, mi cabeza ha dejado de ser un enemigo y yo soy un lugar seguro y un aliado para mí mismo, algo que nunca pensé que fuera posible. He conseguido dar pasos muy significativos para mi este año ¡y lo que me queda!
Para mí la clave del éxito creo que ha sido rendirme y aceptar todas las sugerencias, confié en Ana y seguí los pasos al pie de la letra. El regalo de encontrarme a mí es lo mejor que me ha dado.
Queda camino por recorrer y mucho por vivir. Pero por primera vez avanzo y tengo todas las herramientas para subir la montaña cuando antes sólo daba círculos alrededor sin subir el primer escalón.
Gracias.
~ Mariela, 36 años, Colombia
«Ana gracias por tu asesoría, gracias por tu paciencia y entendimiento.. Por mostrarme que no estaba loca, por ayudarme a reafirmar el contacto cero con mi madre, por enseñarme a poner limites, a sentir mi cuerpo y a escuchar, conectar con mi alma y entender que realmente quiero.
Gracias por tu apoyo para salir de esa tristeza y confusión de vida que tenía por mi madre narcisista… Espero puedas continuar iluminando vidas y convirtiendo tristezas en alegrías desde el entendimiento. Un abrazo☀️«
Como Mariela, tú tambien puedes salir de la tristeza y la confusión: porque tu vida está ahí para que la vivas.
~ Micaela, 59 años, Perú
“Confié en mamá durante 50 años. Excusándola. Justificándola. Pensé que podría ganármela con amor, a pesar de nunca haber sido amada por ella. Sin embargo, esto ya no tiene sentido para mí ahora.
No sabía que podía escuchar mi miedo y alejarme, y aún así seguir siendo una buena persona. Gracias Ana por tu ayuda y tu acompañamiento en este camino. Nunca creí que sería capaz.”
Porque nunca es tarde para empezar a ser feliz. No importa cuanto tiempo hayas soportado el abuso. Haz como Micaela y empieza ¡hoy mismo!
~ Beatriz, 36 años, Madrid
«Recomendaría a Ana porque tiene mucho conocimiento en la materia y además sabe aplicarla. Para mi tiene una energía muy bonita y una dedicación que admiro.
Con Ana he logrado comenzar a accionar cosas que llevaba años bloqueada, cosas que me daban mucho miedo como decir NO sin culpa, poner límites sin remordimientos…
Sobre todo te agradezco Ana el que me ayudaras a entender bien lo que me había ocurrido y cómo no repetirlo…»
¡Tú también puedes desbloquearte y pasar a la acción como ella!
